Mitos en la Educación Superior Técnico Profesional
Hace algunos días el Ministerio de Educación informó que por primera vez en nuestro país los estudiantes titulados de institutos profesionales (IP) y de centros de formación técnica (CFT) superaron en cantidad a los que se graduaron de universidades. Un nuevo hito que da cuenta de una profunda transformación que se ha venido registrando en las últimas décadas en la educación superior chilena.
Anteriormente ya habíamos asistido a noticias como que la matrícula de primer año en IP y CFT había superado a la de las universidades. En un período de 10 años (2007-2016), la evolución de las matrículas de primer año en las instituciones de ESTP (explicar sigla) han presentado una tasa de crecimiento promedio superior al de las instituciones universitarias (6,0% versus 2,0%).
Vale decir, la formación profesional técnica está siendo considerada una opción prioritaria, atractiva y viable para quienes optan a la educación superior. Sin embargo, sigue existiendo en nuestro país una serie de prejuicios en contra de ella y una valoración menor con respecto a la universitaria, lo cual genera trabas para su desarrollo y una menor relevancia a la hora de generar políticas públicas que la promuevan. Muchas personas, incluyendo autoridades y líderes de opinión, cuando se refieren a la educación superior tienen en mente exclusivamente la educación universitaria.
En nuestro tradicional encuentro anual sobre educación superior técnico profesional, realizado el pasado 18 de octubre en el GAM, analizamos y derribamos una serie de mitos que históricamente se han anclado en las percepciones sobre la educación superior técnica profesional (ESTP). A continuación algunos de estos mitos.
“Los alumnos de la ESTP estudian mayoritariamente en instituciones de mala calidad”. FALSO. Al año 2015, 90% de los alumnos de ESTP estudian en instituciones acreditadas versus el 10% que lo hace en instituciones no acreditadas. Dentro de las IES, los CFT acreditados tienen un 96,0% de los estudiantes en instituciones acreditadas; los IP acreditados concentraron el 87,0% de la matrícula.
Otra falacia es señalar que “Las carreras de la ESTP tienen bajos indicadores de empleabilidad”. Tanto en instituciones universitarias como en instituciones de ESTP nos encontramos con carreras de mayor, media y menor empleabilidad, lo que está condicionado por las necesidades que el mercado laboral tenga respecto de técnicos y profesionales. Las carreras de ESTP (IP+CFT) tienen indicadores de empleabilidad comparables a los de carreras universitarias.
También circula el mito de que “Las universidades tienen más carreras acreditadas que los IP y CFT”.
FALSO. De acuerdo con la información de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), al 2016 existen 1.651 carreras de la educación superior, técnica y profesional. De estas, 1.268 carreras están acreditadas y 383 no lo están. Si bien a nivel global las universidades concentran más carreras acreditadas (79%) a nivel individual, la proporción de carreras acreditadas respecto a las carreras impartidas presentan la menor tasa (76%), a diferencia de los CFT (89%) y los IP (83%).
Los anteriores equívocos han generado una visión distorsionada de la educación técnica, la cual está cambiando vertiginosamente en la última década, dándole el sitial que justamente se merece en la formación profesional de las nuevas generaciones de estudiantes chilenos. Tras la jornada de análisis que vivimos en nuestro seminario anual, hacemos un llamado a derribar estos mitos y construir propuestas que nos permitan un desarrollo más acelerado de nuestro sector.
Patricia Noda
Secretaria Ejecutiva
Vertebral
