En los últimos días se ha planteado que un Sistema Único de Acceso a la educación superior debe considerar diversas herramientas de selección como la PSU o las notas de enseñanza media (NEM). Dichas apreciaciones preocupan. Desde Vertebral –Consejo de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica Acreditados– tenemos la convicción de que nuestra labor con los más de 500 mil estudiantes que año a año entran a la Educación Superior Técnico Profesional (ESTP), es habilitar para el trabajo y, por lo tanto, todo el que egrese de educación media tiene el derecho a recibirla.
Elegir a “los mejores” refleja una discriminación que atenta contra la esencia de la ESTP: dar oportunidades. El sistema único de selección implanta criterios elitistas que piensan en tener los mejores indicadores para las instituciones que buscan su implementación, en vez de tener a los estudiantes y su futuro como el centro de su quehacer, reconociendo su diversidad, haciéndose cargo de condiciones de inicio, guiándolos a lo largo de todo su proceso de aprendizaje para conducirlos hasta su titulación.
Quienes estarían más perjudicados por este sistema único de acceso son justamente las personas más vulnerables. ¿Vamos a castigarles de por vida por rendir una mala PSU o tener un NEM bajo los estándares que algunas instituciones buscan para asegurar sus indicadores? ¿Vamos a cerrar las puertas a quienes salieron hace años del colegio y hoy buscan mejorar su calidad de vida y la de sus familias a través de un mejor empleo? Parece no considerarse que el promedio de los estudiantes de ESTP tiene 25 años y que cerca del 70% de ellos trabaja y estudia a la vez.
Los estudiantes vespertinos difícilmente encontrarán tiempo para prepararse para rendir una prueba de selección en la oportunidad necesaria para dirimir la ocupación de las vacantes de un sistema general de admisión.
Otro punto crítico es que hoy en día – en pleno punto de inflexión tecnológica y digital – un sistema de acceso que considere un solo proceso de admisión al año es absolutamente obsoleto y responde a códigos que no se hacen cargo de la admisión continua en carreras en modalidades online y semipresenciales, ni considera la movilidad y articulación dentro del sistema.
No es hora de cerrar puertas y filtrar. La ESTP es habilitante para el trabajo y es la única que tiene la flexibilidad para responder a las demandas de crecimiento y transformación digital que hoy se exige. Nuestros estudiantes no merecen ser discriminados por un sistema de selección, y no se pueden dar el lujo de perder un año más. Nuestro país tampoco.
Fernando Martínez
Director de Vertebral
Rector de AIEP
Fuente: Diario La Tercera