Carta al director en El Mercurio: «Acceso a Educación Técnico-Profesional»
Señor Director:
El rector de Duoc UC ha planteado que un sistema de acceso a la educación superior para instituciones técnico-profesionales (TP) debe considerar herramientas de selección como ranking de notas de enseñanza media u otro instrumento de predicción del éxito académico. Dichas apreciaciones preocupan. Desde Vertebral, consejo que reúne a 22 institutos profesionales y centros de formación técnica acreditados, creemos que la misión de la educación superior técnico profesional (ESTP) es habilitar para el trabajo; por ende, no parece pertinente ni oportuno privar de su acceso a una persona por sobre otra, cualquiera sea el mecanismo de selección que se emplee.
En efecto, elegir ‘a los mejores’ —ya sea por notas u otra herramienta selectiva— atenta contra la esencia propia de este sector educativo, que es proveer oportunidades de desarrollo profesional y personal. Las instituciones TP se caracterizan por colocar a los estudiantes y su futuro como el centro del quehacer de cada proyecto educativo, reconociendo su diversidad y guiándolos en todo su proceso académico hasta la titulación.
Desde tal principio de inclusión, el sector se diferencia de las universidades. Entonces, resulta necesario preguntarse: ¿queremos convertir a la ESTP en un sistema excluyente al igual que el sector universitario? Nuestra respuesta es no. Asimismo, es relevante diferenciar ‘acceso’ de ‘selección’. ¿Es lo mismo un sistema único de acceso, como lo plantea la normativa vigente, que un instrumento de selección, que es hacia donde se pretende reorientar su propósito? Tampoco nos parece acertado en su análisis, ni legítimo en su propósito, confundir el acceso a la educación, en cualquiera de sus niveles, con el financiamiento público de la misma. Menos con una política todavía parcial de este financiamiento, como lo es el régimen de gratuidad en la educación terciaria.
Considerando que la edad promedio de los estudiantes en instituciones TP es de 25 años, y que alrededor del 50% de ellos trabaja y estudia, no parece razonable, tampoco, imponer esta selectividad discriminatoria, pensada solo para estudiantes de tiempo completo, recién egresados de la enseñanza media, a un universo tan diverso como el estudiantado de este sector.
Consideramos que es válido para una institución que aspira a la selectividad en su proyecto educativo poder elegir el tipo de estudiante que desea formar y quedarse con ‘los mejores’. Pero es igualmente válido que otras instituciones tengan como objetivo proveer oportunidades y transformar al estudiante, independientemente de su perfil de ingreso y su nivel socioeconómico, en un profesional competente y apto para desarrollar un proyecto de vida autónomo.
Esta diferencia de propósitos es desde luego legítima. No resulta necesario, entonces, el empleo de términos acaso peyorativos o excluyentes para las propuestas que no compartimos. Tal forma de proceder no se aviene con el legítimo interés de bien público que debe primar en esta discusión.
Juan Pablo Guzmán, Rector IP-CFT Santo Tomás
Jorge Menéndez, Rector de CFT ENAC
Jorge Narbona, Rector IP Chile
Cristóbal Silva, Rector IP Esucomex
Mesa Directiva de Vertebral Chile
Fuente: Diario El Mercurio
