Alumno de ingeniería mecánica prefirió ser mecánico a secas
Jorge Menéndez, vicepresidente del Consejo de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica Acreditados (Vertebral), analiza el caso.
El prejuicio persiste: muchos siguen pensando que los institutos profesionales (IP) y centros de formación técnica (CFT) son un escalón inferior a las carreras profesionales que imparten las universidades. La falta de información -sazonada con el recuerdo de algunos tristes jingles de los años 90- ha causado que por mucho tiempo la educación técnica se vea como algo menos serio.
Pero ese paradigma está cambiando. Según datos del Consejo Nacional de Educación (CNED), en Chile los estudiantes de educación superior bordean los 1.200.000; si bien aún la educación universitaria suma 55% del total, hace ya casi 10 años que el segmento técnico-profesional lidera el número de alumnos de primer año. Este 2019 fueron 53% de todos los mechones: como las carreras de IP y CFT duran menos, sus alumnos se titulan más rápido y por eso en la sumatoria total del sistema son menos.
Un caso ejemplar es el de Diego Díaz (30). Durante 3 años estudió Ingeniería Civil Mecánica en la reputada Universidad Federico Santa María; en el camino se cambió al Duoc UC y hoy es titulado de la carrera de Ingeniería en Mecánica Automotriz y Autotrónica (superando además un cáncer en el proceso).
‘Entré a ingeniería porque me recomendaron mucho la carrera, pero me fui dando cuenta de que no era lo que quería. Pasé de algo que es muy de laboratorio a algo 100% práctico. Quiero más adelante poder dedicarme al taller mecánico de mi familia, emprender en el rubro de transportes y ver cómo lo que yo hago puede ayudar a la comunidad’, relata.
Jorge Menéndez, vicepresidente del Consejo de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica Acreditados (Vertebral), analiza el caso: ‘A mí no me parece extraño que esto esté ocurriendo. Es una tendencia global, la hemos visto en países como Canadá y Australia. Hay alumnos que ingresan a carreras largas, a veces con una vocación poco definida, y se dan cuenta de que les faltan herramientas concretas, por lo que se cambian a la educación técnica’.
Fuente: Las Últimas Noticias
