26 de agosto de 2019
De las matrículas del año pasado en la Educación Superior, un 29,7% correspondió a carreras de institutos profesionales (IP) y un 10.8% a centros de formación técnica (CFT). Esas cifras tan bajas no se condicen con el hecho de que la empleabilidad de los técnicos supera el 90% en varias carreras y que sus remuneraciones son más altas que muchas disciplinas universitarias.
Los expertos destacan que la formación técnica profesional realiza un aporte fundamental para el desarrollo del país, ya que no sólo mejora la empleabilidad de los jóvenes y adultos a través de una rápida inserción laboral, sino que tiene la capacidad de satisfacer la necesidad de capital humano calificado que presentan los principales sectores productivos.
Así lo recalca Leopoldo Ramírez Alarcón, director ejecutivo del Consejo de Rectores de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica Acreditados (Vertebral). Justamente esa entidad ha desarrollado iniciativas cuyo objetivo es impulsar y consolidar el desarrollo de la Educación Superior Técnico Profesional a través de seminarios con expertos nacionales e internacionales y también a través de publicaciones que buscan aportar en la discusión de políticas públicas para el sector».
A su vez, el secretario ejecutivo de Educación Media Técnico-Profesional del Ministerio de Educación, Andrés Pérez, hace notar que Chile y sus empresas necesitan profesionales capacitados en todo tipo de sectores y áreas, lo que incluye tanto a técnicos como profesionales universitarios. «La ventaja de las personas formadas en el mundo técnico profesional es que tienen conocimientos muy conectados y concretos con las necesidades del sector productivo, el que logran alcanzar tras un período corto de formación. Además, se pueden insertar en las empresas muy rápido», explica. También destaca que las personas cada vez más requieren aprender constantemente durante su vida, por lo que la idea de estudiar carreras largas una sola vez es algo que va quedando atrás. «La formación Técnico Profesional permite convivir mucho mejor con esa realidad. Un joven puede estudiar en un liceo TP, ir a trabajar por un tiempo, luego proseguir estudios en un CFT por dos años y volver al mundo laboral. Más tarde, continuar en un IP y así sucesivamente», explica Andrés Pérez.
El personero de Mineduc agrega que «esto es particularmente importante en el caso de personas que necesitan generar ingresos rápidamente o que no tienen claro qué quieren hacer con sus vidas, ya que es una trayectoria que les da más flexibilidad tanto a ellos como a las organizaciones donde trabajan».
VINCULACIÓN CON EL MEDIO
Andrés Pérez explica que la educación técnico profesional tiene en su esencia la vinculación con la industria, «ya que se trata de transferencia de conocimientos y habilidades concretas para el mundo laboral». Esto se puede alcanzar de muchas formas: con una educación DUAL, donde el alumno asiste algunos días a una empresa para aprender en terreno: con modos de alternancia, que consisten en pasantías y formación de algún módulo específico; formación docente; desarrollo de programas de estudios conjunto, etc. «Lo importante es que la educación de liceos se conecte con la realidad de la empresa», insiste.
Lo mismo, puntualiza, pasa con la educación superior, «donde vemos claramente un proceso como una escalera. Un o una joven podría estudiar técnico en nivel medio en telecomunicaciones en un liceo TP, luego seguir técnico superior en telecomunicaciones en un CFT para terminar como Ingeniero en Telecomunicaciones, Conectividad y Redes en IP. En ambos casos es necesario el máximo de articulación y coherencia para mejorar el desarrollo de la formación de las personas». En este tema, destaca que el programa de Gobierno tiene como una de sus prioridades la modernización del TP en Chile y dentro de este tema el primer foco es generar un solo sistema TP en los liceos. educación superior y mundo del trabajo.
Para Leopoldo Ramírez, en tanto, es absolutamente necesario que exista una aceitada relación entre las instituciones de educación superior técnico profesionales y el sector industrial y productivo del país. «Son estos últimos los que mejor conocen las necesidades de la industria y pueden comunicar a institutos profesionales y centros de formación técnica lo que necesitan para que puedan adaptar su oferta formativa. Es en este aspecto que cobra mayor relevancia la puesta en marcha del Marco de Cualificaciones Técnico-Profesional (MCTP), creado para mejorar la empleabilidad y productividad de las personas, jóvenes y adultos, trabajadoras y trabajadores, Técnicos Profesionales (TP) de Chile y que permite comprender cuáles son las habilidades que requiere la sociedad en los diferentes sectores productivos y de servicios, para crear un estándar común para todas las personas que hayan seguido este tipo de formación».
Fuente: Medios Regionales de El Mercurio