El director ejecutivo del Consejo de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica Acreditados, Vertebral, Leopoldo Ramírez, señala que los socios de la institución han adoptado algunas medidas de flexibilización en materia de pago de aranceles para evitar la fuga de alumnos.
18 de mayo de 2020
Entre la amplia gama de sectores impactados por la crisis sanitaria, entre los más afectados destaca el sistema educacional en todos sus niveles. Si bien las universidades han estado en el centro del debate público por el severo perjuicio económico que están enfrentando, los Centros de Formación Técnica (CFT) también luchan para capear el temporal, con el agravante de que cuentan con un mayor porcentaje de alumnos vulnerables.
Reconocidos oficialmente en 1981, el sector de los CFT suma 52 centros a la fecha, de los cuales diez son parte de la red estatal, que subirá a 15 entidades en 2022. La matrícula actual asciende a 137 mil alumnos que representan el 12% de la oferta de pregrado a nivel nacional.
El director ejecutivo del Consejo de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica Acreditados, Vertebral, Leopoldo Ramírez, señala que los socios de la institución han adoptado algunas medidas de flexibilización en materia de pago de aranceles para evitar la fuga de alumnos. Pero advierte que pese a las facilidades de pago que están dando algunos CFT -difiriendo las cuotas-, no pueden prescindir por completo del arancel, porque tienen ‘un alto grado de dependencia de esos pagos’.
La semana pasada, Ramírez se trasladó a la sede del Congreso para seguir el debate del proyecto que suspende el cobro de aranceles, derechos de matrícula y similares, de parte de las instituciones de educación superior, mientras dure la pandemia. El objetivo fue explicar a los diputados los efectos catastróficos que podría tener esa medida para el sector, advirtiendo que situación es tan crítica que algunas instituciones ‘están pensando en postular a los créditos FOGAPE’.
Junto con enfatizar la importancia que asigna el Gobierno a la formación técnico profesional, el subsecretario de Educación Superior Juan Eduardo Vargas, indicó que ‘por eso hemos puesto a disposición de estas instituciones una serie de herramientas para apoyarlas en estos momentos tan complejos’, como la apertura del Fondo de Áreas Estratégicas ‘para financiar proyectos de universidades, CFT e IP, enfocados en la mejora de su calidad’.
Primeras cifras de la crisis
A la fecha, el SERNAC ha recibido alrededor de 3.266 reclamos relacionados con educación que representan un 21% del total de los casos relacionados con la emergencia sanitaria.
Las universidades concentran el 43,8%, seguidas de los institutos profesionales (23,4%), colegios (12,5%), preuniversitarios (9%) y centros de formación técnica (4%). En el detalle, la mayoría de los reclamos en contra de los CFT apunta a que las instituciones no realizan rebajas en los aranceles considerando que realizan clases a distancia, a los que se suman el cuestionamiento a la mala calidad de éstas.
‘Efectivamente, los apoderados y alumnos tienen la razón: el servicio contratado es presencial y nada lo reemplaza, porque es fundamental para formación práctica’, indica el presidente de la Corporación Nacional de Consumidores y Usuarios (Conadecus), Hernán Calderón, quien al mismo tiempo puntualiza que como organización ‘entendemos la situación especial y crisis sanitaria, por lo que proponemos un diálogo de las comunidades educativas y los dueños de establecimientos’.
A su juicio, avanzar en esa línea es fundamental para evitar ‘que estos temas se judicialicen, ya que los apoderados que se han acercado nos han dicho que lo fundamental es que sus hijos sigan estudiando’.
Las estrategias académicas y financieras de los centros
Enac apoya a alumnos vulnerables: Con orígenes que datan de 1961, Enac tiene 8 mil alumnos, repartidos en 30 carreras de Salud, Educación, Social, Administración y Tecnología, contando con acreditación hasta 2022. Los estudiantes se caracterizan por un alto grado de vulnerabilidad, ya que el 40% estudia y trabaja y 85% está entre los primeros deciles. Adicionalmente el 80% de sus estudiantes está acogido a la gratuidad, explica el rector Jorge Menéndez.
Por ello, diseñaron un plan de ayuda en aspectos como la entrega de planes de datos y tablets, así como una flexibilización en el pago de aranceles, que promedian $1.600.000 anuales. ‘Tenemos una estructura de financiamiento sustentable, porque somos muy cuidadosos con los gastos y lo que se gana se reinvierte’ como entidad sin fines de lucro. Y, aunque admite que ‘estamos pasando apreturas’, indica que su foco es que ‘los alumnos aprendan’. Debido a la pandemia, el centro invirtió en una plataforma para impartir clases online y en capacitación.
Inacap: Todas las clases virtuales: Ante la inminente llegada de la pandemia, Inacap habilitó a todos sus profesores en la realización de clases online y en el uso de las plataformas oficiales para ese fin durante marzo. Esto les permitió impartir sus asignaturas a través de Moodle y Microsoft Teams.
A la fecha, todas las clases se continúan dictando de manera online, e internamente se sigue capacitando a los profesores a través webinars para que profundicen sus competencias. Además, asignó becas de datos móviles a 17 mil estudiantes de sus 27 sedes. Respecto del el financiamiento estudiantil, INACAP, desde antes de la pandemia, no efectúa cobros de intereses a los estudiantes en situación de morosidad ni multa a quienes se atrasen en los pagos. La matrícula puede ser pactada hasta en tres cuotas sin intereses y existen diversas opciones de financiamiento, propias y externas.