Por José Sanfuentes, rector IP Arcos y consejero de Vertebral
En 2005 la Conferencia General de la Unesco proclamó el 27 de octubre de cada año como el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual (DMPA) para conmemorar la aprobación en su vigésimo primera reunión (1980) debido a la Recomendación sobre la Salvaguardia y la Conservación de las Imágenes en Movimiento.
En esa línea, es preciso señalar que los archivos audiovisuales se encargan, entre otros aspectos, de contar historias sobre la vida de las personas y las culturas de todo el mundo, siendo un invaluable aporte al desarrollo de las naciones. Representan, así también, una herencia inestimable, una afirmación de nuestra memoria colectiva y una valiosa fuente de conocimiento, ya que reflejan la diversidad cultural, social y lingüística de nuestras comunidades.
Así, el DMPA es una ocasión para dar a conocer la necesidad de tomar medidas urgentes y reconocer la importancia de los documentos audiovisuales, y es una gran oportunidad para que los países evalúen su desempeño con respecto a la implementación de la recomendación relativa a la preservación del patrimonio documental, comprendido el patrimonio digital, y el acceso al mismo, así como promover la libre circulación de las ideas mediante la palabra y la imagen como representación de nuestro patrimonio y memoria compartidos.
Asimismo, es menester de las Instituciones de Educación Superior, especialmente las técnico-profesionales que ofertan carreras ligadas a la documentación audiovisual, promover y conversar este patrimonio y asegurar que siga siendo accesible al público y a las generaciones futuras. Ello representa un objetivo primordial para todas las instituciones de la memoria, así como para el público en general.