Ricardo Sobarzo Z., rector IPG y consejero de Vertebral
Naciones Unidas estableció que cada 20 de noviembre se conmemore el Día Universal del Niño, fecha en la que la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración de los Derechos del Niño en 1959. Esta proclama, que no tenía legalmente carácter vinculante, no era suficiente para proteger los derechos de la infancia, razón por la cual, tras diez años de negociaciones con gobiernos de todo el mundo, líderes religiosos, ONG y otras instituciones, se acordó el texto final de la Convención sobre los Derechos del Niño, el 20 de noviembre de 1989, ratificada por Chile al año siguiente.
La efeméride resulta una fecha oportuna para reflexionar sobre la imperiosa necesidad de trabajar para ofrecer oportunidades educativas desde temprana edad, pues existe robusta evidencia nacional e internacional de que aquello es un motor de desarrollo social y contribuye directamente en el bienestar de los niños para el fomento de la estimulación y la interacción social.
Quienes trabajamos en el sector de la Educación Superior Técnico Profesional entendemos los beneficios del acceso temprano a la educación, lo que constituye, por cierto, uno de los Derechos del Niño. En esa línea, es menester destacar el trabajo que IP y CFT han realizado en fomentar la inclusión de competencias transversales en los planes de estudios con el fin de responder de mejor manera a las necesidades de los empleadores en un contexto de cambios, aun conscientes de que los principales aportes a la generación de estas capacidades se logran precisamente durante la primera infancia, según varios estudios en la materia.
En ello existe un desafío que como país debemos abordar desde las más amplias y diversas miradas para contribuir concretamente al desarrollo de la nación.