Educación en institutos profesionales gana terreno con mayor alza de alumnos de primer año
Crecimiento de 6,4% en estudiantes de primer año en IP supera el de universidades (2,3%) y CFT (3,1%). Especialistas apuntan a que ofrecen carreras más cortas, baratas y en formatos a distancia.
La incertidumbre que provocó la pandemia se reflejó en diversas áreas, algo de lo cual no se salvó la educación superior, cuyas matrículas marcaron quiebres en los primeros años de la emergencia sanitaria.
En 2022, según el informe del Consejo Nacional de Educación (CNED) sobre las principales tendencias que tuvo el proceso, destaca un mayor interés de los recién inscritos por los institutos técnico-profesionales (IP), que marcaron la principal alza entre los matriculados de primer año, ya habiendo analizado las cifras enviadas por las diferentes instituciones.
Así, se observa un incremento de 6,4% (7.950 estudiantes) en ese tipo de planteles, seguido por un crecimiento de 2,3% (3.473) en las universidades. Mientras, los centros de formación técnica (CFT) registraron una disminución de 3,1% (1.807 alumnos menos).
El aumento de los estudiantes de primer año en IP, de hecho, es el más alto de la última década, alcanzando la mayor cantidad de inscritos en ese tipo de instituciones, con más de 132 mil. Por el contrario, en ese mismo período tanto universidades como CFT han presentado un retroceso en los nuevos estudiantes (ver infografía).
Contexto de crisis
Según diferentes análisis, el mayor interés por carreras y planteles técnico-profesionales estaría relacionado con el marco de incertidumbre que provocó la pandemia, y la fragilidad económica y académica que la crisis ha dejado en evidencia.
María Trinidad Riesco, vicepresidenta de Vertebral y rectora del IP Culinary, apunta a algo en que coinciden varios especialistas: la duración de los programas y su versatilidad serían claves para los jóvenes.
‘Las características específicas de la formación técnico-profesional, que es la formación eminentemente práctica y para el trabajo, son un incentivo importantísimo para los jóvenes, que necesitan insertarse lo antes posible en el mundo laboral’, dice.
Riesco añade que sobre todo los institutos profesionales ‘respondieron de manera adecuada a la contingencia por la pandemia y evitaron retrasos en el avance curricular’, por lo que hoy representan ‘una opción igualmente válida que la universitaria, al percibirla con altos niveles de calidad por parte de los estudiantes’.
Factor económico y formatos remotos
A juicio de Magdalena Vergara, directora de Estudios de IdeaPaís, también inciden factores económicos y tecnológicos: ‘Puede explicarse por varios motivos: además de que son carreras más cortas y baratas, un factor relevante puede estar dado por la mayor preferencia de las áreas de tecnología y por el crecimiento de la matrícula en las carreras online, que principalmente son técnicas’.
Sobre ese punto, ejemplifica que ‘los IP que presentan mayor crecimiento de matricula son Iplacex e IACC, que principalmente imparten carreras online’.
Al respecto, profundiza el exsubsecretario de Educación Superior Juan Eduardo Vargas, quien plantea que ‘puede decirse que a raíz de la pandemia se ha ido consolidando como tendencia una demanda por carreras que se imparten en formato virtual, y que ha sido satisfecha principalmente por institutos profesionales’.
Asegura que el interés por formatos remotos también se ha notado en universidades, ya que las que han potenciado programas online también han registrado un alza en los matriculados: ‘Como el caso de Uniacc, que muestra el tercer mayor incremento de alumnos en universidades, y que tiene una amplia oferta de carreras impartidas en formato a distancia’, afirma.
No obstante, el exsubsecretario dice que la baja en la matrícula total de universidades puede deberse a una mayor titulación que en años anteriores, por el rezago que se produjo en las graduaciones y titulaciones a raíz de la emergencia sanitaria.
‘Lo anterior queda claro al ver que la matrícula de alumnos de primer año también aumentó en las universidades’, puntualiza.
También apunta al factor de la duración de las carreras María Paz Arzola, coordinadora del programa social de Libertad y Desarrollo, quien señala que ‘los IP están ofreciendo algo que en el contexto actual es valorado por los jóvenes, como la oferta de carreras de menor duración y que son cercanas al mundo del trabajo. Lo que en un contexto de dificultades económicas a nivel país es valioso’.
En esa línea, el rector de la U. Católica, Ignacio Sánchez, considera que ‘los datos son muy interesantes, ya que demuestran un crecimiento mayor en la educación superior técnico-profesional, probablemente en relación a la búsqueda de carreras más cortas y de menor costo, a pesar de que un porcentaje significativo esté adscrito a la gratuidad’.
Con todo, plantea que lo ideal sería que los alumnos que optan por carreras técnico-profesionales luego complementen con otros programas y sigan su trayectoria académica: ‘Es importante que posteriormente puedan articular con formación continua en carreras de posgrado, en particular magísteres profesionales, con el objetivo de hacer de la formación superior un proceso continuo y gradual, que forme parte de la madurez profesional de los estudiantes’.
Por su parte, Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar, también señala el factor económico y detalla que ‘el aumento significativo en la educación técnica se concentra en tres instituciones que han crecido fuertemente y no están adscritas a la gratuidad, algo que también ocurre a nivel universitario’.
Advierte que ‘esto demuestra la necesidad de crear un sistema de créditos subsidiados que permita el acceso de jóvenes que no eligen instituciones con gratuidad’.
‘El Mercurio’ consultó a la Subsecretaría de Educación Superior, que declinó referirse al tema, a la espera del informe de matrícula del SIES, que el Mineduc publicará la próxima semana.
Alumnos extranjeros
Otra tendencia que sigue al alza en la educación superior es la participación de extranjeros, que en 2005 representaba solo el 0,3% del sistema. Este semestre se notó un salto respecto de los últimos años, alcanzando el 2% de la matrícula. En 2019 era de 1,3%; en 2020, 1,4%; y en 2021, 1,6%.
Fuente: El Mercurio
