Columna de nuestra vicepresidenta, Trinidad Riesco: «El arte culinario y su desafío educativo en Chile»
Por María Trinidad Riesco E., Vicepresidenta de Vertebral y Rectora IP Culinary
En todos los rincones de la sociedad que despiertan los sentidos y dan vida a la cultura en torno a una buena mesa, hoy celebramos el Día Internacional del Chef. Una efeméride que va más allá de los platos exquisitos y las habilidades culinarias excepcionales, pues invita a reflexionar sobre la travesía educativa que forma a estos verdaderos magos de la cocina, una travesía que en Chile ha tomado un papel crucial en los últimos años.
La gastronomía, más que nunca, es un campo en constante evolución. Desde las técnicas tradicionales hasta las innovadoras fusiones de sabores, los y las chefs enfrentan un escenario dinámico y desafiante. Para responder a esta demanda creciente, la educación superior técnico profesional emerge como un ingrediente indispensable en la receta del éxito culinario.
En ese contexto, la formación de jóvenes en instituciones técnico-profesionales se revela como el vehículo principal para nutrir este crecimiento, muchas de las cuales han asumido la responsabilidad de formar a la próxima generación de chefs. En este sentido, es esencial destacar que el 80% de los y las estudiantes de estos IP y CFT encuentran empleo en el primer año después de graduarse, según datos recientes del Ministerio de Educación.
La formación en gastronomía no solo se trata de perfeccionar las habilidades culinarias. La globalización ha llevado a un aumento en la demanda de profesionales que comprendan la sostenibilidad, la gestión empresarial y la diversidad cultural. Por lo tanto, las instituciones educativas están adaptando sus programas para abordar estos aspectos integrales de la industria.
Celebrar el Día Internacional del Chef es reconocer la labor de estos artistas culinarios y, al mismo tiempo, honrar el papel crucial de la educación técnico profesional en este proceso. Es un reconocimiento a la pasión, dedicación y esfuerzo que cada estudiante invierte en su formación, sabiendo que se están preparando para un campo que exige mucho más que talento en la cocina.
Sin embargo, no podemos obviar que los desafíos persisten. La inversión en infraestructura y recursos para las instituciones educativas, así como el fortalecimiento de las alianzas entre la academia y la industria, son áreas donde aún hay trabajo por hacer. Solo a través de un compromiso continuo con la excelencia educativa podremos asegurar que los chefs del futuro estén preparados para enfrentar los desafíos siempre cambiantes de la gastronomía.
En este Día Internacional del Chef, brindemos no solo por los manjares exquisitos que nos regalan, sino también por el sistema educativo que les proporciona las herramientas necesarias para alimentar nuestro apetito de innovación y calidad en cada bocado.
