Rectores de Vertebral analizan los nudos críticos de la educación superior TP más allá del financiamiento
En el reciente seminario «Oportunidades de acceso en la Educación Superior Técnico-Profesional», organizado por el cuerpo Valor País, los participantes coincidieron en que si bien la eliminación del CAE es un avance, se deben abordar los desafíos pendientes que enfrenta el sector, incluyendo la necesidad de mejorar la articulación entre la educación secundaria y terciaria y la capacitación docente.
En el reciente seminario ‘Oportunidades de acceso en la Educación Superior Técnico-Profesional’, organizado por el cuerpo Valor País de el Mercurio, los participantes coincidieron en que si bien la eliminación del CAE es un avance, se deben abordar los desafíos pendientes que enfrenta el sector, incluyendo la necesidad de mejorar la articulación entre la educación secundaria y terciaria y la capacitación docente.
Según estadísticas de la Subsecretaría de Educación Superior, actualmente 1,3 millones de jóvenes están cursando este nivel formativo. De ese universo, el 44,8% lo hace en institutos profesionales (426.000) y centros de formación técnica (145.000).
A juicio de los expertos, urge avanzar en políticas públicas que potencien la educación técnico-profesional (ETP), como un pilar fundamental para el desarrollo económico y social del país. ‘Dentro de la educación superior, lo que más necesita el país hoy, lo que genera más empleabilidad, mayor descentralización productiva, mayor movilidad social, es la ETP’, afirmó Lucas Palacios, rector de Inacap, durante su participación en el seminario ‘Oportunidades de acceso en la Educación Superior Técnico-Profesional’, organizado por el cuerpo Valor País de ‘El Mercurio’ y transmitido a través de EmolTV.
En el panel, en el que también estuvieron Loreto Ferrari, rectora de Aiep; Anamari Martínez, rectora de IPCHILE, y Adriana Delpiano, exministra de Educación, todos valoraron el proyecto de ley anunciado por el Presidente Boric que pone fin al Crédito con Aval del Estado (CAE) y crea un nuevo instrumento de Financiamiento Público para la Educación Superior (FES). Sin embargo, coincidieron en que falta debatir y solucionar ciertas trabas que impiden el pleno desarrollo de la ETP en Chile.
‘Esta instalación de la ETP en la mesa grande es fundamental. Me parece muy importante que el ministerio, el país en su conjunto, a raíz de esta discusión que tiene que ver con el financiamiento, pueda abordar ciertos nudos críticos que están pendientes en materia de educación técnico-profesional’, señaló Adriana Delpiano.
Un debate que, según Lucas Palacios, requiere de la colaboración de todos los actores: sector privado, público y academia. Esto incluye a las instituciones de ETP, las que no siempre son consideradas a la hora de discutir las políticas públicas, afirmó Anamari Martínez. ‘Cuando se hacen leyes tienen que invitarnos a los que vivimos ahí, a los que estamos arremangados, sobre todo a los que tenemos experiencia, a los que estamos sentados acá, a los que sabemos de educación’, enfatizó.
Proyecto de ley
De acuerdo con cifras del Gobierno, actualmente existen un millón doscientos mil deudores del CAE en el país. Sobre el proyecto de ley que propone cambiar este instrumento de financiamiento, Adriana Delpiano destacó la eliminación de la banca privada y la condonación de parte de las deudas educativas. También valoró que el FES permita que los alumnos no cancelen aranceles durante su carrera. ‘Si a los dos años o al año y medio alguno se retira, no queda con una deuda como sucede con el CAE’, explicó. En efecto, según la iniciativa, solo pagarán un ‘copago mínimo’ aquellos alumnos que pertenecen al 10% del país con mayores ingresos. Además, una vez egresados, cancelarán una retribución basada en a sus ingresos, la cual no superará el 8% de su sueldo y será proporcional al tiempo que estudiaron. Las cuotas solamente serán pagadas por quienes tengan remuneraciones sobre 500 mil pesos.
Para Loreto Ferrari, la iniciativa no considera a aquellos alumnos de la ETP que estudian a distancia, ya sea porque viven en localidades alejadas o porque sus obligaciones laborales o familiares los obligan a tomar esta modalidad. Según la rectora, hoy día, de los 560 mil estudiantes de ESTP, un 22% aprende de manera no presencial y tiene acceso al CAE. ‘El proyecto no considera las carreras online, y eso para el sistema TP es un tremendo problema, porque nosotros necesitamos técnicos en todo el país. Hay lugares donde no se justifica una institución presencial, ya que no hay una masa crítica para hacerlo. Cortar el financiamiento a un grupo de estudiantes importantes, que es un tercio, que hoy día lo tiene, es complejo’, afirmó.
Anamari Martínez planteó que la eliminación del CAE conlleva algunos problemas. Por ejemplo, actualmente existen becas como Nuevo Milenio para estudiantes que cursan una carrera técnico-profesional, cuyo copago al arancel se hace mediante el CAE. ‘Un estudiante que recibe unos 900 mil pesos de beca y hace un copago CAE lo va a perder, y la cantidad de becas Nuevo Milenio, independientemente de que el Estado no las ha podido ajustar al IPC, son un gran aporte’, señaló.
Retos pendientes
Con respecto a los nudos críticos que hay que abordar, Delpiano destacó la necesidad de facilitar la transición y articulación entre la educación secundaria y la superior. ‘Estamos invirtiendo en una educación media técnico-profesional que no necesariamente se corresponde con lo que va a pasar en la terciaria. Y por lo tanto, uno se pregunta si no sería mejor una formación técnica de carácter más general a todos los estudiantes’, dijo. El segundo tema a solucionar, continuó, es la poca participación del sector privado en el desarrollo de la ETP, ya que muchos de los alumnos de secundaria no se pueden recibir, porque las empresas no los aceptan para hacer sus prácticas profesionales.
Lucas Palacios manifestó que se debe poner mayor énfasis en el financiamiento y en la calidad de la educación parvularia, primaria y secundaria para mejorar la educación superior TP. Algo en lo que coincidió Anamari Martínez: ‘La palabra trayectoria formativa es sin límites. Creo que hacernos cargo de lo que es la educación en Chile parte naturalmente desde los primeros años de estimulación’. A ello se suma, añadió Palacios, la necesidad de extender la política pública de cuidados para que más mujeres puedan estudiar carreras técnicas, mayores recursos para iniciativas de salud mental y la inversión en tecnología e investigación y desarrollo.
Para Loreto Ferrari, se debe mejorar la formación que se imparte en la educación secundaria, ya que muchas veces los estudiantes no están preparados para el mercado laboral o desertan, porque su base académica no es buena. Además, señaló Delpiano, es necesario capacitar a los docentes, ya que el 60% no cuenta con estudios pedagógicos. Esto incluye, dijo Palacios, formarlos para hacer frente a los cambios tecnológicos. En ese sentido, Anamari Martínez manifestó que hay que conversar con el mundo productivo para adaptar las enseñanzas y el currículum al avance de las nuevas tecnologías.
Para finalizar, la exministra resaltó que la ESTP tiene una doble responsabilidad: formar a los mejores técnicos y tener prospectiva. ‘Si nosotros hubiéramos pensado que íbamos a ser un país con probabilidad de tener energías renovables, hace 20 o 30 años, a lo mejor habríamos tenido a los técnicos y no tendríamos que traerlos’, apuntó. Prospectiva que también debe aplicarse a nivel regional, para adaptar las enseñanzas a lo que requiere cada realidad y desarrollo productivo.
