Educación vespertina: Los desafíos de una continuidad de estudios que aporta al crecimiento
Representantes de CRUCH y Vertebral coinciden en la importancia de reforzar la presencia de las carreras vespertinas en un mundo laboral dinámico y que invita constantemente a actualizar competencias.
El crecimiento y desarrollo de la industria y las empresas, y la necesidad de contar con personal cada vez más capacitado y especializado han hecho que con el correr del tiempo las personas opten por cursar carreras técnicas y profesionales en un horario que les permite conciliar tanto el trabajo como los estudios.
Es así que los programas vespertinos han ido cobrando valor por sus múltiples beneficios. Al respecto, el vicepresidente ejecutivo del Consejo de Rectores y Rectoras de las Universidades Chilenas (CRUCH) y rector de la Universidad de Tarapacá, Emilio Rodríguez, señala que «las personas que realizan estos estudios los pueden compatibilizar con el mundo del trabajo, lo que les permite financiar sus estudios e incluso generar ingresos familiares muy relevantes.
Además, quienes realizan estudios vespertinos suelen realizarlos en áreas en las cuales cuentan con una preparación previa o que es afin a su campo laboral. Asimismo, la vocación o disposición para aprender puede ser más marcada precisamente por la orientación hacia el trabajo que el estudiante posee».
Coincide con esta visión la vicepresidenta de Vertebral (Consejo de Rectores de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica Acreditados) y rectora del Instituto Profesional Culinary, María Trinidad Riesco, añadiendo que «generalmente el horario de estudios comprende una menor cantidad de horas que en sistema diurno, pues se trata de un régimen diseñado especialmente para estudiantes trabajadores que se desempeñan en sus ocupaciones durante buena parte del día para destinar las tardes a los estudios. Esto significa que, además, el horario académico vespertino contempla muchas veces los días sábado a diferencia del régimen diurno (de lunes a viernes)».
De la misma forma comenta que «las mallas curriculares son prácticamente las mismas en ambos regímenes, aunque los estudiantes vespertinos suelen tener otras formas de evaluación, que tienden a ser más prácticas y compatibles a la realidad de cada estudiante, por lo que esa flexibilidad es más propia del régimen vespertino».
Sumado a lo anterior, el rector de la Universidad de Tarapacá se refirió a que los beneficios esperados son significativos en términos de mejoramiento de las oportunidades laborales, tales como mejores remuneraciones, ascensos y otras opciones, vinculadas al logro de capacidades adicionales, que permiten responder a las exigencias del trabajo con mejores resultados. «Las personas que estudian también fortalecen sus aspiraciones personales, su autoestima, sus valores y contribuyen decididamente a sus territorios y a la sociedad».
MAYOR CRECIMIENTO
Si bien los programas vespertinos se imparten en mayor cantidad en institutos profesionales y universidades privadas, «existe un interés explícito del CRUCH por responder a los requerimientos de la sociedad por esta modalidad de estudios, la que se estima todavía puede seguir creciendo, en el contexto de una educación superior que tiende a la universalidad», indica el vicepresidente ejecutivo del Consejo, agregando que «las modalidades adicionales a la tradicional forma de dictación de carreras presenciales en sistema diurno irá fortaleciéndose con otras formas de acceso propias de una sociedad del conocimiento, que requiere ciudadanos con capacidades y conocimientos superiores y que demanda, a su vez, que las universidades actúen con la flexibilidad que permita a la ciudadanía acceder a tal preparación en las modalidades que estos soliciten o requieran».
Por su parte, María Trinidad Riesco señala que «como Consejo de Rectores Vertebral creemos que se debe continuar consolidando el sistema de educación vespertina, al igual que el e-learning y la educación online, que tras la pandemia han demostrado que cuentan con todos los elementos necesarios para ofrecer una formación técnico profesional de comprobada calidad».
No obstante, manifiesta que existen aspectos relevantes que los estudiantes deben considerar a la hora de escoger una carrera y una institución donde estudiar, siendo lo más importante que «la Institución de Educación Superior (lES) se encuentre debidamente acreditada, pues solo de esta manera se garantiza que cumpla con estándares de calidad relacionados con sustentabilidad, pertinencia de su oferta académica, titulación oportuna y una salida al campo laboral comprobable».
INCENTIVOS
En cuanto a los incentivos que las empresas o instituciones debiesen entregar a sus trabajadores para que de acuerdo a sus posibilidades opten por los estudios en horario vespertino, el rector de la Universidad de Tarapacá precisa que «es una decisión beneficiosa para los resultados de largo plazo de las propias instituciones y también para las personas que podrían acceder a seguir creciendo profesionalmente.
La evidencia internacional muestra que mayores años de estudio de la población se asocian con mayor productividad y un producto interno bruto superior, por lo cual el país se verá también beneficiado».
En tanto, la rectora del IP Culinary sostiene que «es tan vertiginoso el avance de las tecnologías que se corre el riesgo de quedar obsoleto o a lo menos desactualizado al poco tiempo, por eso es fundamental que en las empresas se incentive a los trabajadores a estar constantemente adquiriendo nuevas competencias laborales para seguir aportando al desarrollo del país. La formación a lo largo de la vida es una práctica extendida en los países desarrollados».
CIFRAS
Al consultar por la cantidad de alumnos que cursan carreras vespertinas en el país, María Trinidad Riesco detalla que, según el informe «Matrícula de Educación Superior 2022», elaborado por el Servicio de Información de Educación Superior (SIES), de la Subsecretaría de Educación Superior, «en relación con la jornada de los programas la mayor alza en 2022 se da en la matrícula de programas a distancia (41,2%) y semipresenciales (14,9%). En cambio, la matrícula en jornada diurna bajó -1,3% y la vespertina en -5,9%. Por otra parte, al analizar la jornada en que se imparten los programas, se observa que el 70,9% de la Matrícula Total de Pregrado 2022 se concentra en jornada diurna, le sigue la vespertina con 18,6%, esto correspondería a 225.975 alumnos. Por su parte, la matrícula en programas a distancia se vuelve cada vez más relevante, alcanzando este año el 9,2% de la Matrícula Total de Pregrado».
Continuando con los números, el vicepresidente ejecutivo del CRUCH dice que de acuerdo con las estadísticas de Unesco Institute for Statisdcs, «en Chile el porcentaje bruto de matrícula en educación terciaria supera el 90%, lo cual está largamente sobre el promedio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) que está en el 78%. De este modo, es importante considerar que la demanda por alternativas a la educación universitaria, en las distintas modalidades, depende del porcentaje de la población que accede a la educación superior.
En efecto, en sistemas con un acceso masificado e incluso universal, como el chileno, la diversificación de las posibilidades para las trayectorias formativas resulta fundamental, dada la diversificación del cuerpo estudiantil». Por lo anterior, Rodríguez puntualiza que «se debería esperar que los nuevos crecimientos de matrícula consideren la creación de nuevas alternativas de educación universitaria, entre las cuales la educación vespertina permite generar oportunidades a un grupo significativo de personas, favoreciendo a las mismas, a sus organizaciones y al país».
Fuente: El Mercurio de Valparaíso
