El aporte de técnicos y profesionales al desempeño económico
Las carreras de ciclo corto entregan una formación especializada, en línea con los requerimientos de las empresas, lo que asegura una alta empleabilidad a sus egresados, en particular en la industria, la salud y la administración.
La educación superior se ha transformado en uno de los principales motores del progreso económico y social del país. Un ejemplo de ese impacto es el crecimiento de las matrículas en las carreras impartidas por los Centros de Formación Técnica (CFT) y los Institutos Profesionales (IP), que ofrecen múltiples ventajas a quienes desean insertarse rápidamente en el mundo laboral. Y el aporte de sus egresados al desarrollo económico tiene un particular impacto en las áreas de industria, salud y administración, en las que son altamente demandados
Según un informe del Servicio de Información de Educación Superior (SIES) de la Subsecretaría de Educación, en 2023 las universidades nacionales concentraron el 58,5% de las matrículas; seguidas por los IP (31,3%) y los CFT (10,2%).
¿La tendencia? El aumento que registraron los últimos dos grupos frente al año anterior: 5,5% y 3,8% más, respectivamente, en comparación con el 1,7% que lograron las primeras instituciones mencionadas. Estas cifras evidencian el interés cada vez mayor por cursar carreras profesionales breves, pero atractivas para las empresas y que ofrecen rentabilidad económica a corto plazo, entre otros beneficios.
En ese contexto, de las 345.499 matrículas correspondientes a primer año de pregrado, las universidades registraron 149.636, mientras que los CFT y los IP sumaron en conjunto 195.863, esto es, el 56,7% del total, lo que refleja la tendencia al alza que registra la educación técnico profesional de nivel superior en Chile, que celebra su día el 26 de agosto.
Impacto directo
A juicio del presidente del Consejo de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica Acreditados Vertebral y rector de Duoc UC, Carlos Díaz, el aporte de los titulados de estas carreras es directo en el impulso al crecimiento económico y para ello -explica- son formados de acuerdo con los principales requerimientos que solicitan las empresas.
‘El mundo laboral demanda capacidades y competencias específicas por parte de nuestros estudiantes. Por ende, realizamos investigaciones y estamos en contacto permanente con las empresas y sus demandas’, detalla
En función de esos requerimientos, agrega, se desarrollan los currículums.’De esta forma se genera una correlación muy potente entre los programas de estudio y la realidad. Esa es la gran y principal virtud que posee la educación técnico profesional’, enfatiza el presidente de Vertebral.
Y destaca que el mundo técnico profesional está cada vez más consolidado dentro de los diferentes sectores productivos, como un eje propulsor básico.
Alta empleabilidad
Los titulados de las carreras técnicas y profesionales constituyen una fuerza de trabajo altamente especializada, debido a la adquisición de competencias laborales requeridas por los más diversos sectores productivos y prestadores de servicios. Así lo argumenta el vicerrector académico del CFT ENAC, Jorge Espinoza, quien plantea que son un engranaje esencial para lograr una perspectiva de desarrollo integral a nivel país.
‘Las áreas que registran mayor empleabilidad son la industrial, la administración y la salud, donde destacan al primer año de egreso las carreras de técnico en mecánica industrial (89%), técnico en administración de ventas (82%) y técnico en farmacia (79%), según información del SIES’, precisa el directivo, quien afirma que este tipo de programas ofrecen tres ventajas: duran menos, su arancel es más bajo y ofrecen una rápida inserción en el mundo laboral.
Fuente: Diario Financiero
