Columna de Fernando Martínez y Leopoldo Ramírez: «Salud mental en la educación superior»
Por Fernando Martínez, Rector de AIEP y Consejero de Vertebral
Leopoldo Ramírez, Director Ejecutivo de Vertebral
Uno de los segmentos sociales más afectados por la pandemia del Covid-19 es el de los jóvenes, quienes han debido cambiar drásticamente sus hábitos para evitar contraer la peligrosa enfermedad y ser foco contagiante del virus.
Para los estudiantes de la Educación Superior Técnico Profesional (ESTP) –grupo en el cual más del 70% compatibiliza la actividad académica con el trabajo– la tensión de la situación sanitaria y sus impactos socioeconómicos es profunda.
Se trata, en buena medida, de jóvenes de segmentos vulnerables que han optado por estudiar en Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica con el objetivo de ingresar rápidamente al mundo laboral y aportar en los ingresos familiares.
Las consecuencias indirectas de la pandemia, por tanto, golpean fuerte a este grupo. El aumento en el desempleo en Chile ha afectado particularmente a sectores de trabajos de medio tiempo, como gastronomía, turismo, atención a clientes, ocupaciones que muchas veces son ejercidas por estudiantes.
Asimismo, la pérdida de empleo de los tutores o la reconversión a actividades que hoy representan mayor riesgo de contagios, como la venta informal de alimentos, son también efectos derivados de la crisis sanitaria.
En esta línea, el Consejo de Rectores de Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica Acreditados, Vertebral, ve con especial preocupación esta materia, pues ha constatado con las propias Instituciones de Educación Superior (IES) el alza sostenida en las consultas a las Unidades de Apoyo al Estudiante demandando apoyo en temas relativos a la salud mental.
Hemos estado trabajando colaborativamente desde hace casi un año, cuando firmamos un convenio con el Ministerio de Salud, para impulsar precisamente estas materias.
Es fundamental hoy contar con metodologías y herramientas base que estén a disposición de las instituciones del sistema, de forma que cada una pueda rápidamente adaptar a la realidad de las casas de estudio, entregando apoyo transversal y homogéneo sin distinción a los estudiantes de la ESTP.
Fuente: El Dínamo
